sábado, 7 de noviembre de 2020

Mi Madre Me Lo Contó

Durante años y muchas platicas de familia, casi siempre salía el tema y ellas contaban las historias, y cuando era niño yo pensaba que era una historia que ella inventó o que la había leído porque siempre que la llegué a escuchar me daba miedo, el solo imaginar esa situación, ese momento y con todos los detalles que podría ser una película de terror.

Mi madre nació en Chiapas, en un poblado llamado Salto de Agua, un lugar muy pequeño con casas de madera y caminos de tierra, ella me comenta que por esos rumbos pasa un tren que en México es ya muy conocido como La Bestia, porque encima de ese tren se suelen ver muchas personas de distintos pueblos que se suben al tren para usarlo como transporte para viajar hasta la frontera del país y cruzar de ilegales; sin embargo, La Bestia es un tren de carga nada más, por lo que todas esas personas se suben al techo de las cargas o también a los costados, y su único cinturón de seguridad son sus manos.

Me solía contar que ella a veces veía el tren con muchas personas encima, y pudo ver como varias de esas personas resbalar y luego ser trituradas por las frías ruedas metalicas del tren, me contaba que pudo escuchar una mezcla de gritos, carne y huesos siendo molidos por el tren, ver y escuchar esto le hizo tener pesadillas por muchos días, pero lo peor para ella fue ver al día siguiente como varios pobladores limpiaban el lugar ya que el olor era muy fuerte, además que no hay tantos servicios público como estamos acostumbrados en las ciudades. Esas personas que murieron por el pasó del tren, nunca se les pudo identificar así que tuvieron un entierro en el cementerio del pueblo.

Pero sin duda la historia que más miedo me daba cuando la contaba, era la historia sobre su tio, el típico señor que le gustaba salir de parranda con sus amigos, un amante empedernido del alcohol. Llegó a contarme que su tío se iba los viernes en la noche con sus amigos y regresaba hasta el lunes a medio día, su familia se preocupaba mucho por el, ya que tenía que cruzar las vías del tren para llegar a su casa, y otros habitantes del mismo pueblo lo han llegado a encontrar tirado cerca de las vías durmiendo por lo ebrio que estaba, así que el miedo a que le sucediera algo era evidente.

La frecuencia de sus salidas empezó a despreocupar a toda su familia incluso a mi madre, por lo que solo esperaban a que él llegara por su propio pie, pero una ocasión ya era jueves y aún no aparecía, eso fue bastante raro pero aún no lo suficiente para alarmarse, solo hasta que alguien fue a la casa para decir que algo había sucedido en las vías, fueron a verlo, también fue mi madre y lo que describió me asombró demasiado ya que la escena la vio sus tíos, sus hermanas y ella. Los restos triturados de una persona, regados por todas las vías, podía ser cualquier persona pero era su tío, ¿Cómo supieron eso? Fácil, encontraron varios metros adelante el rostro de su tío colgado en una rama, como si lo hubieran arrancado y puesto a secar, fue un shock total encontrar esa escena así pero no tenían de otra, tuvieron que limpiarlo y recoger los pocos restos que podían sacar de las vías, porque los restos estaban regados por varios metros. Lo más difícil fue quitar el rostro del árbol sin tocarlo con las manos, por obvia seguridad porque no quisieron tomar riesgos, ella y sus hermanas aún recuerdan estas historias que vivieron en su pueblo donde nacieron, historias que de no haberlas escuchado por mis tías y mi madre, habría tachado de historias inventadas, pero no lo fue porque mi madre me lo contó. 

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