Tengo que usarla casi diario, muy pocas personas se toman el tiempo para apreciar que tengo una cara real detrás de la cara artificial, una cara que debo ocultar para salir, eso implica ocultar todo, preocupaciones, estrés, tristezas y mi vida. He tenido que ponerme esa cara tan artificial en días que ni siquiera tenías de vivir, ese día mi esposa se fue con mi mejor amigo, ese quien siempre me decía que estaría a mi lado en las buenas y en las malas, luego comprendí que nunca fue mi amigo sino fue un oportunista que se metía en la cama de mi esposa cuando yo estaba ausente, ausente usando mi cara artificial para poder darle todo a mi esposa y mi hijo, bueno, eso pensaba yo, pero el hijo que estaba esperando no era mío, un hijo que esperaba con ansias y alegría, alegría que se desmorono como un mazapán, nunca esperé eso de mi esposa que decía amarme tanto, incluso me acompañaba a los eventos que cubrí, incluso a los shows públicos donde yo participe.
Ahora
estoy solo, lo único que tengo conmigo es ese lugar vacío en mi corazón, un
vacío que llenare con maquillaje, una nariz roja, pelucas y trajes coloridos,
lo peor es que tengo seguir usando esa cara artificial, ponerme el maquillaje y
salir sonriendo a los shows, tratando de dejar a un lado todo ésta tristeza y
dolor. Lloro por dentro mientras estoy riendo con el público, hago tan bien mi
trabajo que nadie imagina que detrás de todo el maquillaje estoy roto y lo único
que me mantiene con vida es el personaje que doy vida cada día que debo ir a
trabajar, ya que ser payaso no siempre es un trabajo tan fácil y divertido.
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